Las grandes superficies acristaladas de los escaparates se aprovechan para mostrar el carácter doméstico que predomina en el interior de esta oficina inmobiliaria, situada a pie de calle en el centro de Andorra. Se trata de un espacio pensado para recibir al cliente de forma distendida en lugar de comercial.
Destaca el uso de elementos procedentes del mundo de la construcción, como las vigas de pino empleadas como mobiliario auxiliar, los estantes de U-Glass y el ladrillo pintado en las paredes. Unos elementos obtenidos a pie de obra que se convierten en citas sinceras y amigables. Un mensaje positivo y alegre en un sector algo deteriorado.
Proyecto: Stefano Colli
Identidad gráfica: BAG Disseny